1.27.2011

Trascendencia es:


Hoy han pasado meses y todavía te extraño. Me habría gustado platicar contigo en silencio, como sólo tú y yo sabíamos hacerlo.. ¿Ves? Las palabras vienen presurosas a mi encuentro y se me escapan por los dedos, tal vez la tinta sería más inteligente si les diera otro giro, otra connotación o las cargara de un significado más sublime.

He pensado en ti, mucho… Te extraño, pero eso creo ya te lo dije, lo dije de sobra y lo digo a diario cuando te me cruzas por el pensamiento de una, dos o mil maneras. Insisto con que la gente se viene conmigo, nunca se va, y tú amigo mío no te has ido, no del todo... sospecho no te irás jamás. Eso no me molesta, al contrario, me gusta que estés aquí, que me acompañes con cada trazo y con cada idea loca que se me viene a la cabeza y pienso que te habría gustado. ¡Estoy viva!

Me siento viva, con el corazón rojo y tan lleno de sentido que los sentimientos se me salen por la piel; la cabeza no para y el cuerpo corre detrás de ella tratando de seguirle el paso. Estoy haciendo todo lo mejor que puedo, al menos procuro intentarlo… Curioso, mientras te escribo estas líneas sale el sol, al menos un rato por este frío y gris Madrid, aunque aquí entre nos, he de confesar que Madrid ya no es ni tan frío ni tan gris como lo fuera antes. Estoy enamorada, o mejor dicho, en todos estos años nunca dejé de estarlo, las sensaciones pueden atenuarse pero nunca se van si son… Estoy feliz… al menos puedo aceptarlo y creo que puedo cargar con el presente sin el peso del pasado y procurando no agregar el del futuro.

¿Qué fue del graffiti fuera de tu casa? ¿Seguirá en aquella enorme pared pintándola de rojo y cuestionando el sentimiento? A veces paso caminando junto a tu calle, pero no me animo a espiar a través de la reja del portal. Sé cuánto te encantaban esas palabras, a mi me quitaron el aliento en más de una vez y ahora sé que recuerdo la esencia pero no podría nombrarlas con exactitud. Al final va a ser que los sentimientos no se definen de la mejor forma con palabras…

Pensé en saludarte en estas líneas, aunque no estás y no vas a volver a estarlo, pero quería que supieras que vas conmigo siempre, atado al alma, como apoyo moral y como el gran Al que siempre fuiste… Nunca pisaste la tierra con los pies, levitabas y quienes te rodeábamos intentábamos seguirte el paso, en mi caso apenas y pude levantar un pie, pero gracias. Te recuerdo con cariño, con la sorpresa de tu madre llegando a casa, con la cocina mexicana que casi te mata, con tu sostenerte a mi lado, con tus carreras en la silla de ruedas y con esa locura tan mía y tan tuya, aquella que sólo los locos y los mudos saben hablar; para mí nunca te has ido y nunca te irás.

Un beso enorme cariño,

Te quiero.

M

Insomnio latente (¿Acciones requeridas?)

Nacer

Presentir

Soñar

Buscar

Escribir

Andar

Llamar

Encontrar

Gritar

Saltar

Correr

Abrazar

Susurrar

Escuchar

Bailar

Compartir

Observar

Amar

Despedir

Llorar

Agonizar

Morir, pero...











¿y si no sabemos conjugar?

1.24.2011

Encuentros..


Los locos no saben estar solos
como locos se buscan
como locos se reconocen.
Los locos no saben escribir con otra tinta que no sea negra,
entre espacios en blanco y líneas,
se les va la vida contemplándo los minutos,
mirándo la pared
observando como las hormigas se les meten a los ojos,
y la gente los llama locos.
¡Locos!
A gritos se repite el eco en boca de todos.
¡Loco! llaman desde detrás del televisor,
¿Loco? preguntan detrás de la puerta,
loco, se dicen en silencio unos a otros cuando nadie los ve.
Los locos se abrazan unos a otros cuando se encuentran,
se besan como sólo ellos saben besarse,
como locos
se amarran por el ombligo con un cordel rojo,
no vaya a ser que estén soñando.

1.19.2011

Receta para locos


Por la boca se vive y por la boca se muere.

Antes de que nos ahoguen las palabras no hay que olvidar que 3/4 partes de nosotros somos agua y el resto es sentimiento. Contra los ahogos y asfixias repetir casi cual mantra "soy agua, tengo que fluir", una vez, dos veces, tres veces... miles de veces, millones de veces, tantas como sea necesario. Si eso no funciona estamos secos y hay que intentar sacar lo más rápido posible la arena y las piedras que nos llenan el cuerpo a como de lugar; es eso o morirse.

Hay quien se pasa la vida rabiando, echando espuma por la boca y creyendo que estar a la defensiva es lo más natural; enseñamos los dientes y gritamos a voces, así nadie se acerca, nadie roba, nadie lastima, nadie mata. De nuevo frente a una hoja en blanco, cargada de insomnio y con el alma a cuestas. El cansancio es extremo y las emociones se han agolpado de pronto contra la puerta mientras intento cerrarla, pero ellas se abren paso una a una sin importar con que tanta fuerza empuje hacia el umbral. Hay demasiado aire como para poder apoyar los pies. Son instantes como estos en los que quiero plomo de sobra no sólo en los pies, sino hasta en las piernas. Estoy intentando no correr hacia delante ni hacia atrás. Me tengo que recordar constantemente que aunque el aire sea muy poco siempre hay suficiente para respirar aunque sea tenuemente. No hay que gastarlo de más, nunca sabes cuándo hará falta, pero tampoco hay que escatimar.

Nado entre palabras e imágenes.. ¿Cómo hace un monstruo para dejar de ser tan torpe? Tengo garras por manos y las escamas de mi piel cambian de color con cada gota de agua que cae sobre mi. La habitación está llenándose de agua. Tengo mojados los pies, puede que por eso no pueda dormir. El agua sube… sube.. ¡Sube! ¡No para de subir y no sé nadar! Empujo con todo mi ser la puerta pero el agua sigue entrando. Las dudas siguen colándose como sombras y van acabando con la luz.

Esos pies de plomo que tanto quise no necesariamente son los mejores en estos momentos. Toco el piso pero no vuelo, no nado, no me muevo. Me estoy hundiendo y no puedo flotar. Esta boca de pez se llena de aire, sospecho que se me acaban las palabras. De pronto me doy cuenta de que el problema no viene de fuera sino de dentro. Tengo tanta arena por dentro que ya no puedo respirar, sólo puedo toser secretos que caen como piedras sobre mis pies, golpean mi pecho y lo hunden, me quitan la vida y el aire. Nunca tuve tanto miedo como en estos momentos.

Esperando lo inevitable cierro los ojos, sólo para ver que en realidad soy un pez, soy libre y puedo nadar. El agua y su corriente son el problema, nunca lo han sido. Las escamas son mi piel tornasol y las garras, puede que no sean tan ágiles como un par de aletas pero me sirven para quitar las piedras que hay sobre mi y en mi camino. No, una belleza definitivamente nunca he sido, soy "rara". Finalmente me acepto, ya puedo respirar.

Me tomo un momento para ver lo que queda de mi, de esos pies de plomo apenas un vestigio al fondo de la pecera. La habitación siempre estuvo fuera y yo dentro de este extraño lugar lleno de agua. Nunca fui humano, sólo me lo creí por un momento. Uno siempre cree ser como el de al lado, lo que uno ve o cree ver, así nos educan, pero en este carnaval de monstruos, signos y señales nadie es normal, salvo los locos, esos sí que se tienen bien comprado el papel de 9 a 5, de hora de entrada y salida, para ellos la vida siempre está en función de algo o alguien más menos de ellos mismos.

¡Que bien se siente poder ser libre! ¡Que bueno estar vivo entre aguas de colores! Si esto es incoloro e insaboro entonces confirma que todo depende del cristal con que se mire o de lo que uno elija colgar en la pared. La vida es simple, es agua que se va entre los dedos si no se bebe, se nada en ella o se extraña cuando ya no la hay.

La boca de un pez no tiene dientes, no edita palabras, no habla, sólo come y calla para seguir nadando, no hacia mejores pastos, no hacia otro mar. Mi voz es muda, por eso tengo manos, torpes pero manos al fin. No soy el pez modelo ni un fabuloso gran ejemplar, pero puedo nadar tan rápido o lento como quiera, y si he de morder un anzuelo será el que yo quiera. Hoy no me muero, no importa que tanta luz haya o no en la habitación. Hoy no me muero, aun entre sombras un pez se sabe mover siempre y cuando sienta el agua fluir.

Aun los monstruos somos agua y tenemos que dejarnos fluir, con cuánta más razón los humanos.

"Soy agua, tengo que fluir... soy agua, tengo que fluir... soy agua, tengo que fluir".

1.15.2011

Entre mudos y mundos


He empezado a escribir ya un par de veces, esta es la tercera.. ¿será la vencida?.. Las palabras siguen sin venir a mi mente. Curioso, nunca he tenido problema para escribir aunque al final no envie las letras, o bueno casi nunca pero ahora.. Llevo días, y cuando digo días lo digo de manera literal, en los que he pensado en escribirte pero todo es silencio. No hay palabras, no hay luz, sólo hay silencio escrito mas no visual. Veo líneas, texturas y colores, estoy pintando de nuevo, hago collage y pienso en sensaciones. Estoy viva. Si lo describiera sería una voz cantando desde el fondo de la habitación, una voz fuerte que al final no dice nada, sólo siente y se deja escuchar, aunque sabe de sobra que es muda y no se oye, se vibra, se siente. Es raro, canta y no le importa que no la escuchen sólo quiere gritar y eso le encanta. Yo la escucho y sonrio al hacerlo, y de nuevo me sorprendo sonriendo mientras escribo esto. ¡Las palabras comienzan a fluir nuevamente!.. y luego hay silencio.. estoy contenta.

He pensado mucho las cosas, muchísimo. Me parece increíble la vida, las vueltas y giros ineperados que da. Me encanta, y aunque a veces la odie y me pese cargarla, al final todo vale la pena, al final de todo se aprende y justo cuando te das por vencido viene la esperanza y te das cuenta no estas solo, no estas perdido y estás dónde tienes que estar, no antes, no después. Todo llega a su tiempo. Sé de sobra que corro el riesgo de parecer ingenua y puede que peque de ilusa, pero prefiero serlo a no tener ese extra de vida. Zaratustra decía que los mejores hombres eran los que no se reservaban ni una gota de su espíritu y yo voy por las estrellas, esta vida no me basta, mas bien esta realidad no me es suficiente. Hay mucho que contar todavía, mucho por hacer y mucho por vivir... Increíble ya voy seguro por la media cuartilla y ahora parece no puedo detenerme, he de admitir que ahora hay un poco más de sentimiento que cuando comencé a esribir todo esto.

No te escribo por palabra, no te escribo por voz. Te escribo por que me siento viva al hacerlo, por que me parece inevitable no hacerlo y porque no sé no hacerlo... Es raro, a ratos las emociones se duermen y de pronto sin querer yo notarlo me doy cuenta que voy caminando con el recuerdo en la mente. Madrid ya no es igual, es más llevadero. Reescribiste muchas historias y rincones tristes que había vagando por ahi. No me has salvado, no eres mi heroe, la unica que puede salvarme soy yo pero tú.. tú.. tú eres algo diferente, siempre lo has sido. Eres humano, creo te quiero más por eso que por cualquier otra cosa. Las emociones se asientan y yo me doy cuenta de muchas cosas, de los silencios, de las miradas y de los momentos en que yo misma me sorprendí aun más humana de lo que esperaba. Hay emociones que no se atenuan con el tiempo y sentimientos que las palabras no logran definir. ¿Cómo te decía tantas cosas cuando el lenguaje no me basta? Y yo te miraba, te miraba de la única forma en la que te se ver, con tanto sentimiento, eso era lo que espiaba.

No te escribo por palabra, no te escribo por voz. Te escribo por que me siento viva al hacerlo, por que me parece inevitable no hacerlo y porque no sé no hacerlo. Es una costumbre que he tenido por años, muchos más de los que tú te puedas imaginar o siquiera puedas sospechar. Te escribo porque es la forma en la que soy más honesta, porque... No seré redundante, ya lo sabes y decirlo sería casi vulgarizar la historia.

Voy... te veo allá.
Besos mudo
M

1.02.2011

Al lado del camino

Recuerdo el amanecer, el no querer que el sol saliera. Ese azul tenue del cielo que siempre viene acompañado de lo más frío del día. Echada en mi cama miraba la ventana y pensaba en cómo en alguna ocasión se detuvo el sol frente a la batalla contra Gabaón y pude imaginar que seguro hemos sido muchos los que en más de una ocasión hemos pedido que se detenga el sol, el tiempo e incluso el espacio. Reconozco que el sentimiento fue egoista, habrá más de uno que seguro luchan por la vida o piden por la vida de alguien más cuando piensan en eso. En mi caso reconocí que el reloj nunca pudo haber sido más atinado, ¿será que en verdad mi vida está llena de presagios?

Esta última semana fue extraña, en mi cabeza constantemente venía a mi mente la imagen de mi persona a los 19, a los 20 y en los 30’s. “Esto es surreal” me decía una y otra vez, quién lo habría dicho, jamás me lo habría creido ni yo, ¿y ahora? Ahora viene lo más difícil creo. Se me ocurren mil y un maneras de acabar o empezar esto, anoche de hecho me soñaba leyendo sin entender palabras, con deseos no dichos, canciones en portugués y campos de trigo en el atardecer. He despertado de golpe sabiendo que estaba cerca, que había visto las imágenes que yo había mandado, por primera vez reconozco que no supe qué decir. No me bastan las palabras y a veces un beso tampoco es lo más apropiado. Los giros de esta historia son profundos y complejos; me siento atrapada dentro de las raíces de un árbol. No me molesta, pero tampoco me libera. He decidido coexistir contigo, de menos hasta que así tú lo quieras, pero mi vida no se detiene. Me da miedo que cuando tú voltees vaya a ser ya demasiado tarde, pero así es esto cariño. En una manera muy extraña te considero mi pareja, mi complemento y mi todo, aunque ambos sabemos no tenemos nada. En más de una ocasión nos traicionaron las manos, los ojos y la boca. No sé mirarte de otra forma, incluso cuando ya he perdido la cabeza.

Reconozco que sigo y seguiré caminando. Arrieros somos y en el camino andamos, nos reconocemos, nos saludamos, nos vemos, nos amamos, nos… ¿en qué camino vamos?