2.23.2011

La cosa es:

¿...?

Mi cabeza siempre es un mar de preguntas, a veces pasivas y a veces tan caóticas como el oleaje en medio de un tifón. Los tsunamis del año pasado no se los deseo a nadie, francamente me parece incluso increíble estar viva para contarlos. Al final creo la masilla sí puede pegar el alma, no sé cuánto dure, pero en lo que esto funciona seguiré adelante, si me vuelvo a romper ya me preocuparé en ese momento por pegarme con lo primero que encuentre, todo con tal de no desangrarme.

A estas alturas del partido pensé ya tenía dominado el arte de extrañarte, de tenerte y de perderte, pero hoy se me va a salir el corazón de tanto sentimiento. Intentando definirlo me inundó un exceso de ternura de ambas partes, un cariño grande y no definido, la imposibilidad y la posibilidad de una vida juntos. ¿Juntos pero no revueltos? ¿Revueltos pero no juntos? Ausencias… ¿justificadas o injustificadas? Y de nuevo esa espera, mas no la misma, esta es de otra naturaleza, pero implica la misma acción, estar quieto por un instante.

La vida se sucedió como una oleada de aves, como el gris del mar y con el silencio de las rocas. Se me acaba el tiempo y yo sé no puedo retenerte, sólo tengo un par de brazos para sujetarme a mi misma y no dejarme caer; a veces me cuesta mucho trabajo no romperme o no salir corriendo por la puerta. Hoy te quiero y te quise desde el primer momento, desde que decidiste "comerte a un niño en mostaza", desde que brindamos por nuestro enésimo encuentro, y mientras yo pensaba que sólo la mesera se daba cuenta de lo feliz que estaba yo en tu compañía. Esta vida en definitiva es surreal y en México.. bueno, los tiempos son extraños y creo el tuyo y el mío apenas se escuchan, ¿será el miedo? Supongo son muchas más cosas también.

Rodeada de silencios raros, casi incómodos, se nos fue la tarde, pero al final supimos rescatarnos, tú con tus fotos, aferrándote a Madrid y yo, yo intentando no correr y recordarme a mi misma cómo es mi vida sin ti. Eres grande y aun no lo sabes, pero no es por una cualidad extraordinaria mas sí única, eres tú… Y a mi se me va a salir el corazón del pecho de tanto sentimiento. Hoy lloré en reversa, rabié en reversa y mentí en reversa… ¡Que ganas de olvidar el pasado! Pero uno no es uno sin eso, así que tus lastres tendrán que ser los míos y viceversa. La cosa es: ¿quieres quedarte? o.. ¿te vas a ir? …

No, no me contestes mejor dejemos que la naturaleza nos sorprenda. No me digas nada, no hables, las palabras ahora sí son de un alcance infinitamente limitado. Tengo miedo, no sé qué hacer. ¿Dejamos que esto nazca o lo matamos ya de una buena vez? Sería tan fácil decirle al mundo y convencerme a mi misma que primero está mi trabajo antes que mi voz, pero ya cometí ese error una vez y salí corriendo por patas con tal de no sentir. Por cobarde pospuse lo mismo, lo que hoy finalmente dije, el cuánto te quiero y …

Cuando te abracé y te tomé por sorpresa me di cuenta que lo tuyo era una frustración enorme por lo mismo que me enoja a mi. Sé de sobra que ambos somos un par de tímidos, incluso tú con tu vasta experiencia pero, ¿y si no somos tímidos sino sólo un par de cobardes? De sobra sé que nos queremos como sólo tú y yo sabemos hacerlo, puede que no sea la pareja perfecta pero ahí está el sentimiento. Basta cerrar los ojos para sólo pensarlo, ver cómo me miras y cómo nos despedimos me deja cada vez más claro que la piel tiene límites, pero no el sentimiento.

Se me va a salir el corazón de tanto amor. Me duele el pecho y bueno, la historia en si me parece extraordinaria. Intentando definirla vine a tropezar con la ternura en exceso, y es que cada vez que nos abrazamos, nos besamos o simplemente caminamos, siento que la sonrisa oculta en medio del pecho no nos deja tranquilos. A veces me molesta no poder estar tanto como quisiera, ni de la forma en la que a ratos me gustaría, pero esto es más grande, creo va más allá, así que no estar como convencionalmente se dice "estar" no está tan mal, sino esta historia sería otra y tú y yo no estaríamos aquí.

Al final hay un millón de palabras, pero todas llevan al mismo lugar, a la misma pregunta, a la misma espera, a la misma verdad… La cosa es: ¿cómo la vamos a contestar?

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