1.13.2015

Cartas a un extranjero


(Silencio)

Así comienza usualmente esta historia y termina de la misma manera, es un silencio sublime que sólo nosotros dos podemos entender. ¿Loca? para muchos seguro lo estoy. Sé que la carne sabe mejor con más baba, pero para mi las palabras y la presencia bastan, a veces hacen más que las uñas en la espalda y la respiración agitada en la nuca.


Una comunicación sublime, sutil, cargada de miradas y de roces en la piel, de una voz adjetivando emociones y lugares. Viajes, distancias, mares, historias y una vida en común aunque no compartida… Silencio… Eso basta. Basta cerrar los ojos y sentirse vivo, saberse querido y saber que aunque el mundo sigue girando hay cosas que no cambian y que siempre son.

Apodos todos y ninguno, desde “el innomerable“ hasta “love of…“, aunque en realidad no hacen falta.  Su sólo nombre basta para crear todo un universo e inspirarme…

Si tan sólo supiera, pero lo sabe, lo siente, y los dos lo entendemos como algo muy nuestro y muy a nuestro estilo, pese a la distancia, pese a las miradas y pese a quien le pese, incluso a veces  mi. Así es.

Así que la vida da una y mil vueltas a la vez, pero esto no cambia, sólo se transforma y a veces es más sutil, algunas otras es más alto, casi un grito, pero así es el amor todas las emociones y ninguna a la vez. Es estar vivo y respirar en calma, sin necesidad de palabras que decoren un espacio en silencio. Cualquiera puede tener un cuerpo, pero no un alma.. el silencio sólo se puede entender desde dentro y con el corazón, a veces entre latidos, como la foto. Respiras y dejas de respirar antes del clic, esperas que te invada la emoción y entonces gritas, pintas, dibujas, cantas y plasmas todo lo que de ninguna otra forma puede salir.

Un beso grande cariño.

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