7.29.2014

Crossroads

Te veo y mi corazón ya no se detiene. Hoy gozoso como nunca se ha puesto a brincar de alegría cuando pasadas varias fotos regresé a  comprobar el hecho. Una herida de guerra más pero no la muerte. Esa locura momentánea en la que me perdí por unos muchos instantes hoy ya es sólo un recuerdo, en su mayoría gris. Creamos cosas llenas de vida, emociones que tanto tu boca como la mía pronunciaron dignas de película. Uno nunca muere por un fracaso a menos que así lo quiera. Yo decidí tomar una pausa muy necesaria, levantarme del suelo me tomó más de lo esperado.

No, no estoy muerta. Me recuperé de ti, lo peor que podría pasarme ya pasó y no fue tan grave. País nuevo, lenguaje nuev y un regresar a la historia de mi vida. Recuperarme a mi sin ti, sin nadie, sólo a mi. Hace tanto no me tenía...

Sé que no leeras, no escucharás y no verás nada que tenga que ver con mi presencia, lo tengo más que claro; y aunque esto esté escrito como carta no te escribo a ti  escribo para mí, sólo quería terminar de exorcizarme de ti y tu presencia con estas palabras. De alguna manera u otra siempre vas conmigo, esta semana haz estado apareciendo aleatoriamente en alguna neurona que estoy segura tengo que reconectar;  ya no eres un peso o una esperanza, ni siquiera una persona (fotos tuyas no quedan en esta casa). Si te quedas, que sé te quedarás, será sólo como una lección aprendida, una idea y nada más. 

Hay más matices en el gris, pero al final del día lo gris no es lo mío, lo mío es el color, el gris es sólo el boceto y yo lo quiero todo, no una vida en sombra. Esto no es un juego de culpas, no hay por qué entrar en el “Tú hiciste, yo hice...“ así podríamos seguir conjugando toda una vida y a mi nunca me  interesó conjugar ese verbo.

Gracias por aparecer en mi camino. Gracias por ayudarme a decidir. Gracias por enseñarme que la vida es más que solo un gris medio si uno tiene ganas de vivir.

Yo sigo mi camino. Éxito en el tuyo.
Marcel

7.25.2014

Mojarse es una elección

El mundo se está volviendo loco,  quizá sea que la esquizofrenia postmoderna ya nos alcanzó, pero ¿cómo se define uno frente a tanta locura?


Los desaparecidos, los ausentes (que no es lo mismo), los presentes, un continuo ir y venir de vidas que se entrelazan en esta cotidianeidad a veces tan mundana que lo hace a uno querer vomitar o volverse hacia adentro, implosionar. Este aislamiento de ideas autoimpuesto finalmente está llegando a su fin. Las piernas ya andan, se puede caminar y ¿nadar? El silencio puede ser la cosa más sublime, pero el aislamiento autoimpuesto en estos momentos me parece un verdadero crimen.

Este mar de emociones ya no me da tanto miedo, comienzo a sospechar que puedo dominarlo pese a mi naturaleza autodestructiva en muchas ocasiones. Lo peor que puede pasar es que uno muera en el intento, así que sumerjámonos en el agua, veamos el fondo. Cuestionemos, investiguemos, critiquemos la base de TODO, cambiemos, giremos el mundo de cabeza y reinventemos quienes somos.

Suficiente es escuchar el grito de terror en todos lados, en las noticias, en las calles, tras las puertas del vecino, en los ojos de los niños, en los peatones, en todo pueblo y en toda la ciudad. Gente que camina sin rumbo, con los ojos clavados en el cielo, en la tierra, en un futuro borroso que no se acerca o no llega más allá de su nariz en muchas ocasiones. ¿Cuál es la meta? ¿Cuál es el destino? ¿Por qué estamos aquí? ¿Para qué? ¿Cuál es el sentido de toda esta locura? ¿Por qué la permitimos?

Si el PRINCIPIO es el Fin y el FIN el Principio entonces, ¿qué nos queda? Si esto se supone es la vida entonces ¿quiénes somos? Somos una historia con principio y final cuya finalidad está por determinarse.. 


No hay mayor arma que un cerebro, y contra un corazón determinado ¿quién puede?




7.16.2014

Un regreso

Camina, camina, camina... la luz te hará recordar lo que es estar vivo.