8.27.2012

30 junio 2012

Vuelvo
como el día vuelve a la noche
vuelvo
paso sobre paso
voy pisando hacia atrás el tiempo
busco no encontrarte
no extrañarte,
pero inútilmente vuelvo,
siempre vuelvo.

No importan
nombres
rostros
manos
lo que se aferre a este cuerpo siempre resbala.
Siempre, siempre vuelvo a ti.

Vuelvo por que te quiero,
porque contigo todo es silencio y un andar pasajero.
Extraños que se quieren y se extrañan todo el tiempo,
sin sospechar que lo extraño es no estar juntos.
El corazón se va a salir de tanto voltear a la cabeza.

La idea de una utopía
vuelve vagamente al final del día,
entre un silencio contenido tan angustioso, absurdo, humano.
Es imposible no volver a quererte.

Vuelvo a ti,
a tu idea,
así la nota de la soledad es menos grave y más ligera.

Vuelvo como el balón al pie del niño,
como esa utopía que nunca muere,
por que se es humano, demasiado humano y causa angustia decir adiós.
Así que vuelvo a ti y vuelvo a...


(no lo olvidé)